Los momentos previos a la puesta en escena o el descanso posterior a ese puro arrebato, a ese dejarse llevar por la pasión sonora de una guitarra, por el quejío de un cantaor o por el embrujo de eso tan especial, envolvente y universal que conocemos como flamenco.
Mi bailaora, tacón en mano, se relaja, se viste o se desviste mostrando un aspecto más íntimo, mostrando sus pies desnudos, sus piernas definidas, su cuerpo resuelto frente a un fondo delgado y traslúcido que muestra la cuadrícula y el dibujo. Entresijos de la obra, entresijos de la artista.