CRITICA: ...la obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos." Alberto Cartón