Axel Rodríguez es un eterno enamorado de la figura femenina y en esta exposición intenta llevar toda su sensualidad a su trabajo, en su vida cotidiana, para extraer su lado enigmático para mostrar toda su belleza. No es necesario aplicar un cánon estricto de belleza tradicional, cada mujer despierta a los ojos del autor, una admiración especial. Es una simple sensación, una representación a la que no afloran simbolismos ni adornos, que resten protagonismo a la figura de la mujer.