Fotografiar el día a día de un continente tan lleno de vida y color resulta gratificante y divertido, aun más cuando su gente es tan humilde y acogedora, sus contrastes tan intensos y sus tradiciones tan diferentes y arraigadas. Sus contradicciones, su gente, sus templos, su cultura, su color, sus religiones todo es motivo de ser retratado, así que he procurado aportar un poco de cada pieza de unas culturas realmente fascinantes.